Ep. 2 Embajadores de KAPPA
Embajadores de KAPPA,
Tibostudio nos lleva
a través de un asombroso viaje por Laos
Aquí estamos. El avión acaba de aterrizar en Chiang Mai.
Donald y yo vamos directamente a la recogida de equipajes para coger nuestras maletas.
Es hora de dormir un poco. Un taxi rojo y brillante nos lleva hasta el hostal que habíamos reservado.
No hablamos Tailandés, y el taxista no sabe ni una sola palabra de inglés.
Pero gesticulando con las manos y con una sonrisa podemos conseguir lo que queramos y donde queramos.
Finalmente, cerramos los ojos en una cama improvisada, soñando con lo que nos espera al día siguiente.
Nos levantamos temprano, antes que cante el gallo. En el hostal todos siguen durmiendo.
Al encender nuestros motores, oímos a algunos clientes levantándose poco a poco. La ciudad sigue durmiendo.
Solo los monjes se han levantado, para realizar sus rituales matutinos. Me gustaría pararme y hablar con ellos,
pero sé que ya tendremos ocasión de hacerlo cuando lleguemos a Luang Prabang. Mientras la carretera fluye bajo nuestras
ruedas, Donald y yo encontramos la conexión que supone volver a conducir juntos. Ambos dibujamos una gran sonrisa en nuestras caras.
La jungla se despierta con el sonido de nuestros pasos. A lo lejos, las embarcaciones
de los lugareños salen para pescar rompiendo el silencio, y alguno podría llegar a pensar de que se trata
de motoristas recorriendo la región. Hemos estado 15 minutos tratando de encontrar un camino a través
de la espesa jungla. Nuestro guía, un mahout que trabaja para la institución, se para de repente y nos indica
que permanezcamos en silencio. Nos detenemos y miramos hacia las hojas delante nuestro.
¡Algo se mueve delante de nosotros! ¡Fijándome bien, distingo una larga trompa moviéndose,
arrancando hojas y hierba! ¡Hay un elefante delante de nosotros, a menos de 5 metros de distancia!
